NUESTRA HISTORIA
Bluwines es un proyecto familiar que nace de la enóloga Paola Poblete y Ulf Bergman, quienes decidieron unir sus dos culturas, la chilena y la sueca, para dar vida a un vino de excelencia, elegante y único.
Tras varios años viviendo en el extranjero, el año 2010 deciden cumplir el sueño de producir un vino distinto a las variedades tradicionales que se encontraban en el mercado. Su motivación por asumir un desafío personal los inclinó por el Carignan, cuidando cada etapa del proceso con especial atención y cariño, hasta lograr un vino que hoy los llena de orgullo.
¿De dónde provienen nuestros vinos?
Nuestros vinos están ubicados en Cauquenes, aproximadamente a 25 kilómetros de la costa, en el Valle del Maule, séptima región. Un lugar ideal para una cepa de origen español, traída a Chile desde Francia, en la primera mitad del siglo XX. Nuestro Carignan se produce en viñedos que tienen entre 60 y 70 años de antigüedad, bajo condiciones de secano y prácticas ancestrales amigables con el medio ambiente.
Nuestra filosofía:
Nuestra filosofía es crear un vino de autor, elegante, respetando el potencial que la uva nos brinda. Somos muy cuidadosos durante todo el proceso de elaboración, procurando la mínima intervención o sobre extracción, lo que da por resultado vinos balanceados, frescos y persistentes.
Nuestra inspiración:
La inspiración de nuestras primeras líneas de vinos, Blu y Bluhands, proviene de nuestra admiración por el pintor francés Henri Matisse, y su obra Desnudo Azul IV.
Asimismo, Bluhands representa las manos nuestras y las de nuestras hijas: Isabella y Madeleine.
Manos amables, manos creadoras, manos que nos motivan cada día, a crear algo mejor desde el corazón.
NUESTRO CARIGNAN
El vino que se hace esperar
La identidad del Carignan del Valle del Maule radica en el secado maulino, es decir, en viñedos antiguos sin tecnología de riego, que se mantienen sólo con la humedad disponible en invierno, produciendo un vino de interesante frescura y acidez, con un aroma y características muy distintas a los otros Carignan que se producen en otras zonas del mundo.
Las temperaturas en el Maule durante el día pueden ser cálidas, pero las brisas marinas que llegan desde el océano Pacífico refrescan las viñas durante la noche. Estas oscilaciones térmicas son ideales para la maduración lenta de uvas, lo que contribuye a la complejidad y estructura de estos vinos. El antiguo sistema de conducción de cabeza, propio de estas viñas antiguas, permite además que los viñedos soporten las elevadas temperaturas durante los meses de verano.
La cosecha la hacemos de manera manual, en cajas de quince kilos, seleccionando cuidadosamente la calidad de cada una. A continuación, las uvas son sometidas a una maceración en frío, antes de iniciar su proceso de fermentación.
La crianza se lleva a cabo en barricas francesas durante 22 meses, algunas de ellas de primer uso. Estas barricas son de tostado medio y grano extrafino para dar una mayor complejidad aromática y un aporte discreto de taninos que se refleja en la elegancia de estos vinos.
Para aportar suavidad, agregamos otras variedades como Syrah o Malbec en pequeños porcentajes si es necesario. Debido a que las uvas del Carignan generan una alta acidez y un pH bajo para vino tinto, es posible obtener una larga y buena guarda en botellas, antes de sacarlas al mercado. En el caso de Blu, la espera es de tres años. Una espera que, sin lugar a dudas, vale mucho la pena.